Como sacudirse de la dependencia emocional


La dependencia emocional suele presentarse en las relaciones de pareja. En casos extremos lleva a una adicción psicológica que requiere tratamiento. Veamos cuál es el mejor antídoto para este problema.

Dependencia emocional
El patrón de dependencia emocional puede estar en alguno de los dos miembros de la pareja. El miembro vulnerable mostrará miedo a ser abandonado tarde o temprano y será excesivamente complaciente y permisivo. También podría tolerar maltratos físicos y psicológicos. Alguien denominó a este problema el «síndrome de la Geisha» en el caso de las mujeres.

La infancia es el prólogo
En algunas personas la dependencia emocional tiene un origen temprano. El miedo al abandono en la infancia suele dejar huellas difíciles de borrar. En estos casos, es frecuente la búsqueda de aprobación como una estrategia de «supervivencia emocional». Estas personas se esfuerzan en complacer o agradar en todo para evitar el abandono real o imaginado.

Autonomia: el mejor antídoto
La autonomía es la otra cara de la dependencia y el mejor antídoto. La psicología ha demostrado que las personas autónomas que se hacen cargo de sí mismas, desarrollan un sistema inmunológico altamente resistente a todo tipo de enfermedades.

Desleales consigo mismos
Lamentablemente, las personas con dependencia emocional sabotean su autonomía, porque sus necesidades emocionales son poderosas. En este escenario son desleales consigo mismas pues someten sus opiniones, deseos, y gustos por complacer a su pareja.

Consejos prácticos
Walter Riso en su libro ¿Amar o depender? sugiere algunas prácticas para desarrollar autonomía:

1.  Hacerse cargo de uno mismo
Solucionar las cosas sin ayuda produce la maravillosa sensación de libertad. No delegues lo que puedes hacer por tí mismo(a).  Abandona el mal hábito de consultarlo todo. Recuerda que equivocarse es parte del aprendizaje.

2.  Disfrutar la soledad
Abandona el miedo a la soledad.  Ella puede ser tu amiga y tu maestra.  Puedes disfrutar haciendo cosas sin compañía. Por ejemplo, a veces tu pareja puede ser mala compañía si no disfruta de la misma película que tú  en el cine. Haz una lista de las cosas que solo puedes disfrutar en soledad.

3.  Intentar vencer el miedo
 El miedo es el enemigo a vencer. El origen de los temores se encuentra en las creencias limitantes. Estas no son hechos. Las creencias no nos definen. Revisa cuales pueden estar en la base de tus miedos. Empieza hoy mismo a cambiarlas por creencias más positivas ¡Por lo menos intentalo! Muchas veces somos más valientes de lo que creemos.

Psicólogo Renzo Benvenuto
rbenvenuto@doctor.com

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