La violencia contra la mujer es un problema social y de salud pública. Desde
el abuso psicológico, físico hasta el feminicidio, las estadísticas muestran
una cruda realidad que parece empeorar cada día. La psicología busca
responder a la pregunta: ¿Cómo piensa el hombre que maltrata o abusa de su
pareja? Esta es una cuestión importante a la hora de reconocer un potencial
agresor. Aqui algunas luces.
Contenido del artículo
Violencia contra la mujer
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) esta violencia incluye la
violencia física, sexual y psíquica y los comportamientos dominantes por
parte de sus parejas actuales o anteriores.
PUEDES LEER [
Consecuencias Psicológicas del Maltrato Infantil
]
En el Perú
"Durante el año 2021 ocurrieron146 feminicidios, cifra que supera en 6,85% a la del año 2020, en el que ocurrieron 136 de estos crímenes, y que se ha convertido en la cifra más alta en el contexto de la pandemia", según advierte la Defensoría del Pueblo.
Asimismo, la institución reporta que en 76 de estos casos (52%), los presuntos feminicidas eran parejas o exparejas de las víctimas. El informe también señala que, en 19 de estos casos (13%), las mujeres asesinadas fueron reportadas previamente como desaparecidas. El
panorama es alarmante según vemos.
Factores psicológicos
La violencia contra la mujer es un problema multidisciplinario. Sin embargo,
desde la psicología sabemos que en la agresión influyen factores
psicológicos como trastornos de personalidad, adicciones, baja empatía y
distorsiones cognitivas.
En la dinámica de pareja, el maltratador suele comenzar acosando a la
víctima, reduciendo su libertad, aislándola de su entorno (familia, amigos,
etc.), socavando su autoestima, bloqueándola y minando su percepción de
seguridad, trasformándola poco a poco en dependiente.
¿Cómo piensa el agresor?
Podemos responder haciendo un recuento de las distorsiones cognitivas del
agresor. Las distorsiones cognitivas son formas erróneas de interpretar la
realidad. Están presentes en distintos tipos de trastornos mentales (como la
depresión, los trastornos alimentarios o el trastorno psicótico entre otros)
y su descripción es habitual en delincuentes y personas violentas.
Perfil cognitivo
Las distorsiones cognitivas influyen en el desarrollo y mantenimiento de la
violencia. En agresores de pareja, la negación del problema y la
culpabilización de la víctima son especialmente prevalentes, promoviendo una
menor asunción de responsabilidades. Además, suelen minimizar el problema o
su impacto. La ausencia de responsabilidad, la atribución de culpa a
factores externos como forma de justificarse (estrés, alcohol,
características de la víctima) también es recurrente.
Los esfuerzos por establecer el perfil cognitivo del maltratador han
derivado en la construcción de cuestionarios como
El Inventario de Pensamientos Distorsionados sobre la Mujer y el Uso de
la Violencia
(IPDMV) de Echeburúa y Fernández-Montalvo, 1998. Este instrumento de
evaluación señala algunas distorsiones cognitivas:
1. Las mujeres son inferiores a los hombres.
2. Si el marido es el que aporta el dinero en casa, la mujer debe
estar subordinada a él.
3. El marido es el responsable de la familia, por lo que la mujer le
debe obedecer.
4. La mujer debe tener la comida y la cena a punto para cuando el
marido vuelva a casa.
5. La obligación de una mujer es tener relaciones sexuales con su
marido. aunque en ese momento no le apetezca.
6. Una mujer no debe llevar la contraria a su marido.
7. Una mujer que permanece conviviendo con un hombre violento debe
tener un serio problema psicológico.
8. Cuando un hombre pega a su mujer. ella ya sabrá por qué.
9. Si las mujeres realmente quisieran, sabrían cómo prevenir nuevos
episodios de violencia.
10. Muchas mujeres provocan deliberadamente a sus maridos para que
estos pierdan el control y les golpeen.
11. El hecho de que la mayoría de las mujeres no suela llamar a
la policía cuando están siendo maltratadas, prueba que quieren proteger a
sus maridos.
12. Si muchas mujeres no fastidiaran tanto a sus maridos, seguramente
no serían maltratadas.
La Psicología Cognitiva sostiene que mantener distorsiones cognitivas,
creencias irracionales o esquemas mentales desadaptativos son la fuente de
innumerables problemas clínicos. De allí la importancia de inventariar las
cogniciones del agresor de la mujer.
Recomendación
Luego de dar el primer paso y haberse separado del agresor, aún queda mucho
camino por recorrer: la mujer debe reorganizar y recuperar las riendas de su
vida. Adicionalmente, las secuelas del maltrato requieren psicoterapia pues
los síntomas psicológicos se vuelven crónicos. Hay que iniciar urgentemente
el tratamiento contra las secuelas como el estrés postraumático, la
depresión y trastornos de ansiedad.
0 Comentarios