La relación madre-hijo es esencial en los primeros años. Una inadecuada relación es el origen de algunos trastornos emocionales, de conducta y aprendizaje. Además los conflictos madre-hijo pueden dejar marcas difíciles de borrar. Las siguientes 6 pautas de crianza se consideran tóxicas por sus efectos nocivos a largo plazo. Aunque no agotan todas las posibilidades, las madres listadas en estas categorías suelen ser sobreprotectoras, exigentes o complacientes en extremo.
Tabla de contenido
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1. Madre sobreprotectora
El exceso de protección y cuidados es su firma. El uso de disminutivos es usual en el trato diario: "mi bebe", "mi nena", etc. Se enganchan al rol protector incluso cuando los hijos crecen. Estas madres no tienen vida propia y por ello viven de la vida de los hijos. El resultado: niños tímidos/inseguros.
2. Madre exigente
Esta madre impone altos estándares a los hijos. Presiona constantemente en busca de óptimos resultados académicos y conductuales. Sin embargo, las demandas excesivas sólo provocan rechazo por los estudios y trastornos emocionales. Los hijos, víctimas de madres exigentes, se vuelven perfecccionistas patológicos y demandantes en las relaciones sociales al llegar a la etapa adulta.
3. Madre víctima
Asumir el rol de víctima tiene sus ventajas. Estas madres usan la culpa como estrategia para obligar a los hijos a realizar tareas que no les corresponden. Ellas son inmaduras, frágiles emocionalmente y manipuladoras. Los hijos parecen sentir que nunca hacen lo suficiente debido a las dósis de culpa diariamente "administrada".
4. Madre servicial
Manifiesta estar al "servicio" de los hijos. Sin embargo, estas "nobles" intenciones adecuadas en la infancia, se prolongan indefinidamente. Es común que ellas se interpongan en el matrimonio de sus hijos o la educación de los nietos. Abandonar el rol del servicio les produce temor y sensación de inutilidad. Los hijos, por otro lado, asumen posiciones defensivas en su lucha por independencia emocional.
5. Madre complaciente
Es la madre consentidora que permite que los hijos estén al mando. En busca de agradar a los hijos, es incapaz de poner límites y disciplina. Esta pauta de crianza produce niños intolerantes, impacientes y exigentes. Siendo adultos, estos pequeños "tiranos", presentan problemas de adaptación y conflictos relacionales.
6. Madre ausente
Puede estar ausente física o psicológicamente. Abandona su rol por diversas causas: viajes, trabajo, enfermedad mental, rechazo, etc. El lazo afectivo está ausente o es incipiente. Podemos rastrear patrones similares de relación madre-hijo en el pasado de la madre. En el futuro, los hijos también se mostrarán evitativos en las relaciones afectivas. En el fondo existe aún el miedo al abandono de los primeros años.
La lista no es exhaustiva y además combinaciones de "estilos" son posibles. Afortunadamente hay talleres, seminarios, y escuela para padres que servirán si te identificas con alguna de las categorías anteriores. Sin embargo, algunas situaciones requieren psicoterapia para abordar conflictos profundamente arraigados. Te recomiendo esta segunda opción de ser el caso.
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