Si tenemos pensamiento polarizado, nos encontramos como en la época del cine a blanco y negro, es decir, tenemos una pobre percepción de las cosas. Es conveniente que nuestros pensamientos tengan una mayor adecuación a la realidad. El mundo que nos rodea está lleno de matices. Veamos la siguiente comparación.
En blanco y negro
La llegada del cine a color produjo una revolución en la historia del séptimo arte. Lograr que las imágenes tuvieran tonalidades reales, se buscaba mediante distintos procedimientos. Al principio, ya en 1896, se pintaban a mano, fotograma a fotograma, a veces con cuatro colores distintos. La tarea era ardua por el tamaño reducido de los fotogramas y porque una pelÃcula normal, de menos de un minuto, empleaba unos 1.000 fotogramas. En 1928 nació el verdadero Technicolor introducido en la industria del cine por la compañÃa del mismo nombre. El color, en el cine, proporciona mayor adecuación a la realidad, ya que el mundo es en colores, y una más amplia libertad para el juego de carácter creativo; el cine a blanco y negro solo nos ofrecÃa una percepción pobre de la realidad.
Definición
En el pensamiento polarizado las cosas son blancas o negras, buenas o malas. Interpretamos los hechos como si pertenecieran a dos polos opuestos. Es una forma de pensar absolutista, de todo o nada. La persona ha de ser perfecta o es una fracasada. Somos felices en la vida o somos infelices. No existe el término medio. No existen matices de colores en la realidad. He aquà algunos ejemplos:
-«Si no soy el mejor en ventas, soy un fracaso»
-«O me apoyan en todo, o no son mis amigos»
-«Si no me besas apasionadamente, no me amas»
-«O soy valiente, o soy cobarde»
-«Tú o nadie»
Técnica-«O me apoyan en todo, o no son mis amigos»
-«Si no me besas apasionadamente, no me amas»
-«O soy valiente, o soy cobarde»
-«Tú o nadie»
Para superar el pensamiento polarizado tenemos que dejar de hacer juicios en blanco y negro. Las cosas no son buenas o malas. Tampoco la gente es inteligente o estúpida, valiente o cobarde, valiosa o sin valor. Pensar en extremos sólo produce malestar emocional e insatisfacción. En realidad, todo está sujeto a grados o matices.
La mejor manera de combatir este tipo de pensamiento es pensar en porcentajes. Por ejemplo:
-«Mi jefe está el 30% malhumorado, pero el 70% está de buen humor»
-«Mis amigos están en desacuerdo conmigo el 40% de veces, pero el 60% apoyan mis opiniones»
-«El 25% de veces no logro una venta, pero el 75% de veces sû
-«Mis amigos están en desacuerdo conmigo el 40% de veces, pero el 60% apoyan mis opiniones»
-«El 25% de veces no logro una venta, pero el 75% de veces sû
Psicólogo Renzo Benvenuto
rbenvenuto@doctor.com
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