El uso de etiquetas («soy un cerdo», «soy estúpido», «el(ella) es egoÃsta», etc.), para describirse a si mismo o a los demás, es perjudicial para el bienestar emocional.
Este tipo de rótulos crea estereotipos muy alejados de la realidad. Verdaderamente, los seres humanos poseemos un abanico de caracterÃsticas, rasgos y conductas. Es ilógico describir a alguien con una sola etiqueta. La siguiente historia del libro de J. Gutierrez y M. Bernal, La culpa es de la vaca 2º parte, es bastante clara.
Las cuatro estaciones
HabÃa un hombre que tenÃa cuatro hijos. Como parte de su educación, él querÃa que ellos aprendieran a no juzgar a las personas y las cosas tan rápidamente como suele hacerse. Entonces los envió a cada uno, por turnos, a ver un árbol de peras que estaba a gran distancia de su casa.
En su paÃs habÃa estaciones, asà que el primer hijo fue en invierno; el segundo en primavera; el tercero en verano y el cuarto en otoño. Cuando todos habÃan ido y regresado, el padre los llamó y les pidió que describieran lo que habÃan visto.
El primer hijo que el árbol era horrible, giboso y retorcido, parecÃa seco y sin vida.
El segundo dijo que no, que el árbol estaba cubierto de brotes verdes y lleno de retoños que prometÃan flores.
El tercer hijo no estuvo de acuerdo: él dijo que estaba cargado de flores, que emanaba un aroma muy dulce y se veÃa hermoso; era el árbol más lleno de gracia que jamás habÃa visto.
El último de los hijos tampoco estuvo de acuerdo con ninguno de ellos. Dijo que el árbol estaba cargado de peras maduras, lleno de savia y bienestar. Como los pájaros acudÃan al peral para comer de los frutos que se estaban marchitando, todo a su alrededor se rodeaba de un exquisito aroma.
Entonces el padre les explicó a sus hijos que todos tenÃan la razón, porque ellos sólo habÃan visto una de las estaciones del árbol. Y añadió que por eso no se podÃa juzgar a una persona por ver una sola de sus temporadas: «La esencia de lo que son los hombres, el placer, la tristeza, el regocijo y el amor que vienen con la vida sólo pueden ser medidas al final, cuando todas las estaciones hayan pasado».
¿No será por esta razón que nos quedamos con una idea prefijada de una determinada «estación» de una persona, a partir de la cual la juzgamos por el resto del tiempo? ¿No será que debemos entender a las personas como móviles y no como estacionarias?
Definición
Se aplican etiquetas o calificativos globales a las personas o a si mismo. Las personas son totalmente egoÃstas, envidiosas, injustas, tontas, deshonestas, sucias, etc., en lugar de describir con precisión las conductas, defectos o errores.
Si alguien fracasó en un examen entonces eso le convierte en un «fracasado»; si alguien aumentó 5 Kg de peso eso la convierte en una «vaca»; si alguien perdió el empleo eso le convierte en un «inútil» y los ejemplos podrÃan continuar:
- «Soy un fracasado»
- «Fui un perdedor desde mi juventud»
- «Eres el mas grande egoÃsta»
- «El es aburrido, prefiero la compañÃa de un maniquû
- «Ella es una araña ponzoñosa»
Técnica
El cometer un error no convierte a nadie en un «perfecto inútil» o ser vÃctima de infidelidad no convierte a nadie en «fracasado en el amor». El designar a alguien en forma global produce un impacto negativo en las emociones y las relaciones interpersonales.
Tu puedes librarte de las etiquetas usando un lenguaje especifico a la hora de describirte a ti mismo o a otra persona. Por ejemplo:
Frases incorrectas
-«Soy un fracasado»
-«Soy un manojo de nervios»
-«Soy una vaca»
-«Ella es una nulidad, es torpe»
-«Mi esposo es aburrido, un plomo»
Frases correctas
-«Fracasé en el examen de ayer»
-«Me sentà nervioso en la primera cita»
-«He subido 5 Kg. de peso este mes»
-«Ella olvidó una cifra en el reporte de ventas»
-«Mi esposo estaba cansado y no quiso bailar»
Psicólogo Renzo Benvenuto
rbenvenuto@doctor.com
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